Desayuno inolvidable y atención cálida

Cada mañana comenzaba con un desayuno excepcional, lleno de opciones deliciosas y zumo de naranja natural. La atención del personal fue cálida y siempre dispuestos a ayudar.

La única desventaja fue el acceso complicado para vehículos a la entrada del hotel. A veces, era un poco incómodo llegar con las maletas por el empedrado.

excelente proximidad a atracciones y vistas del parque

Me encantó que desde el hotel estaba a menos de 5 minutos caminando del hermoso Palacio Episcopal, con vistas impresionantes, y también muy cerca de Taberna do Barqueiro, un lugar encantador para disfrutar de una comida local después de un largo día explorando la ciudad. además, el ambiente del hotel y la atención del personal hicieron de mi estancia un verdadero placer, aunque el acceso podría mejorar ya que no hay estacionamiento designado disponible.

Disfrutamos mucho del desayuno, especialmente de la variedad de opciones deliciosas, y la terraza en la azotea fue un lugar increíble para relajarse después de un largo día. Definitivamente repetiría esta experiencia.

La atención del personal es excepcional, siempre dispuestos a ayudar y hacer que tu estancia sea lo más placentera posible.

El acceso al hotel puede ser complicado debido a las calles empedradas, especialmente al llevar maletas.

La curiosidad pudo conmigo

Un hotel encantador con una arquitectura medieval fascinante. Las habitaciones son espaciosas y limpias, ofreciendo comodidad y un ambiente acogedor. Me encantó la terraza en la azotea, perfecta para relajarse. Sin embargo, el ruido del bar podría ser molesto y el acceso es algo complicado. Pero, en general, fue una estancia placentera.

Suministran paraguas en días lluviosos, muy útil.

Arquitectura histórica con toques modernos, terraza en la azotea con vistas al atardecer, Wi-Fi gratuito en todo el hotel

El ruido del bar en la azotea es molesto!!! Acceso complicado por las calles empedradas!!! El estacionamiento es insuficiente y caro!!! La iluminación en el baño no es adecuada para prepararse!!! La señalización al llegar es confusa!!!

La habitación tenía un minibar que me hizo sentir como un niño en una tienda de golosinas. Cada mañana, el desayuno incluía croissants recién horneados y una variedad de zumos que hacían que el corazón cantara. Además, la vista de la terraza era más impresionante que una pintura de Van Gogh en un museo.

Acceso complicado

La ubicación es excelente, en un pasaje que le da un toque auténtico, y el personal es extremadamente amable, siempre dispuesto a ayudar. El desayuno incluía opciones deliciosas, pero el café realmente necesita mejorar. El acceso al hotel puede ser complicado por las calles empedradas, y es necesario subir cuestas para llegar al casco histórico, lo que puede ser incómodo para algunos. Aun así, la cama era cómoda y la habitación estaba bien insonorizada.

El bar tiene bebidas ricas y el servicio de recepción fue muy amable. El ruido nocturno fue molesto.

Las habitaciones son amplias y muy limpias. La terraza en la azotea es perfecta para disfrutar de un cóctel al atardecer. El café del desayuno puede mejorar, pero el servicio siempre es eficaz. Recomiendo este lugar para parejas en busca de tranquilidad.

Un detalle que encantó

Nos quedamos 3 noches y estuvo genial. La habitación era súper amplia y cómoda. Lo mejor fueron los detalles, el personal nos sorprendió con un vino espumoso en la habitación. disfrutamos del bar en la azotea, un lugar genial para relajarse. Solo que el acceso al hotel es un poco complicado por las calles.

Recomiendo para parejas que buscan momentos especiales

El desayuno fue brillante, servido hasta las 11.00am, no hay nada mejor que eso para comenzar el día. Además, el personal fue excepcional, me ayudaron a almacenar el equipaje y me avisaron cuando la habitación estaba lista antes de lo esperado.

No fue barato, pero valió la pena.